De la razón al corazón: El poder de Sentir

“Sentir” qué palabra tan profunda, tan emotiva y tan amplia que resulta difícil darle un solo significado.

Intentaré ahondar y profundizar en ella para explicar de la mejor manera que pueda todo lo que sentir nos da. Sentir nos hace humanos, nos hace amar, y también nos enfada, sentir nos da oportunidades a cada instante para crecer, para avanzar y también nos ofrece el tiempo necesario para parar y recordarnos que no siempre podemos continuar.

Sentir nos conecta con recuerdos y también nos recuerda que no siempre son alegres, que existe parte de tristeza en nosotros y que aunque nos duela pensar en ello, esta ahí porque tarde o temprano podremos ver el aprendizaje de aquel recuerdo no tan agradable.

Sentir también nos hace coger impulso para viajar, para curiosear, para descubrir los rincones más internos de uno mismo, poder volar dentro de tu universo y tocar cada maravillosa emoción que se esconde dentro de tu propio cuerpo.

Sentir va mucho más allá de lo que podemos ver, más allá de lo que escuchamos, sentir es mirar, mirar desde el corazón, desde dentro de ti. Mirar al otro y poder contemplar sus heridas en el alma, el dolor que arrastra y la increíble luz que le hace ser una persona especial, su magia, aquello que le hace ser diferente. Porque sí, todos y cada uno de nosotros guardamos magia, ese don que cuando lo descubrimos nos hace querer permanecer ahí y explorar cada vez más, explotarlo y darlo a conocer para que el mundo pueda disfrutar de ti, de tu magia.

Sentir es creer, sentir es soñar, sentir es ilusión, sentir es confiar, Sentir nos enseña, a veces nos confunde y otras tantas nos deja cierto mal estar y sensaciones desagradables, que me atrevería a decir que a veces nos gustaría desconectarnos de esta palabra, pero es imposible, porque sentir nos hace estar vivos.